Tatuajes, igual que piercing, provocan heridas en la piel, así que el primer cuidado, justo detrás de la higiene, es la correcta cicatrización de la epidermis.
Empecemos por el principio:
¿Por qué deberíamos usar una crema cicatrizante para el tatuaje?
En el caso de un tatuaje fresco, recién relizado, la lubricación del tattoo ayuda a acelerar la regeneración de la piel y a protegerla de la pérdida de las partículas de tinta recién introducidas.
Una pomada seleccionada adecuadamente contribuye a cerrar las heridas y a engrasar la epidermis, que en la fase de curación está mucho más expuesta a la sequedad y a la descamación.

Para ello, en las primeras semanas después de salir del estudio de tatuaje, es necesario aplicar una fina capa del cosmético sobre la piel al menos 3 o 4 veces al día. Esto le dará a tu piel la humedad que necesita, mientras reduce la hinchazón y acelera el proceso de curación.
¿Con qué debo cuidar el tatuaje?
Lubricar regularmente el tatuaje te ayudará a mantenerlo en buen estado todos los días. Para un tatuaje fresco, aplicar una capa fina 3-4 veces al día para acelerar el proceso de curación. Si los has usado por mucho tiempo, lubrícalos todos los días después de la ducha o el baño.
- Si necesitas un producto cosmético que se absorba bien y no deje marcas en tu piel, busca una crema o un ungüento para tu tatuaje. Gracias a su riqueza en vitaminas, hidratará y nutrirá profundamente el agujero, cuidando también de preservar sus colores durante más tiempo.
- La mantequilla protegerá bien tus tatuajes contra los factores externos. Los cosméticos penetran profundamente en la piel y al mismo tiempo dejan una fina capa protectora en la epidermis. Lubrican perfectamente los agujeros, acentuando así su color y sus contornos.
- En la temporada de verano, un cosmético imprescindible es una crema de baño de sol con el factor 50+ UVA, que protegerá su tatuaje de los rayos dañinos. Recuerda aplicar una fina capa del producto antes de salir al sol.